Más de 3.000 estudiantes valencianos inician el año escolar en aulas prefabricadas debido a los daños causados por la DANA en sus centros educativos

La vuelta al cole en las zonas de la Comunidad Valenciana afectadas por la reciente DANA dista mucho de ser normal. Más de 3.000 alumnos han comenzado el curso escolar en aulas prefabricadas, una solución temporal adoptada por la Conselleria de Educación para paliar los graves daños sufridos en 115 centros educativos de 21 municipios. Además, otros 600 estudiantes han visto retrasado el inicio de sus clases hasta el próximo jueves, generando importantes quebrasderos de conciliación familiar y laboral en la Comunidad Valenciana.

El conseller de Educación, José Antonio Rovira, admitió que la Administración habría preferido culminar las obras con mayor celeridad, aunque subrayó la intrincada tramitación y los desafíos logísticos que conlleva la instalación de aulas prefabricadas. Rovira explicó que las empresas adjudicatarias han enfrentado problemas de suministros, lo que ha ralentizado la culminación de los trabajos en algunos puntos de la Comunidad Valenciana.

Protestas vecinales y problemas de conciliación

La situación ha generado malestar entre las familias afectadas. En municipios como Massanassa, grupos de padres y madres se concentraron a las puertas de los colegios, donde los operarios aún trabajaban para acondicionar los barracones. Muchas familias recibieron el aviso del retraso apenas el viernes pasado, lo que les ha causado serios problemas para reorganizar la conciliación laboral y familiar en la Comunidad Valenciana.

Los niños, con carteles improvisados, coreaban consignas como «Queremos ir al cole» y «No hay futuro sin el colegio», reflejando la angustia de una comunidad educativa que ya sufrió directamente los embates de la DANA y que ahora teme por la calidad educativa de sus hijos en estas instalaciones provisionales.

Alumnos de primaria iniciando clases en aulas prefabricadas tras los daños por la dana en la Comunidad Valenciana

Protestas y agradecimiento coexisten en el regreso escolar caótico

En contraste con las protestas, en algunos centros como el IES Berenguer Dalmau de Catarroja mostraron alivio por poder iniciar las clases, aunque su director, Ricard Benlloch, criticó la carencia de transporte escolar, un recurso fundamental demandado con urgencia por numerosas familias, estudiantes y docentes en la Comunidad Valenciana.

El impacto educativo de la DANA en cifras

El impacto de la DANA en el sistema educativo valenciano ha sido cuantificado de manera oficial: 48.721 estudiantes se vieron imposibilitados de acudir a sus centros educativos tras el episodio de lluvias torrenciales. Frente a esta situación, el conseller de Educación, José Antonio Rovira, ha garantizado que durante el presente curso escolar se conseguirá que la totalidad del alumnado pueda recibir clases dentro de su propio municipio. No obstante, matizó esta afirmación reconociendo que, de manera temporal, ocho centros educativos repartidos en siete localidades diferentes (Alfafar, Algemesí, Massanassa, Catarroja, Paiporta, Alginet y Utiel)  deberán continuar con medidas excepcionales y utilizar aulas prefabricadas de manera temporal.

Estas aulas prefabricadas temporales suponen una solución urgente pero claramente insuficiente para numerosas familias, quienes reviven el trauma pasado y manifiestan su preocupación porque sus hijos e hijas puedan enfrentarse nuevamente a una experiencia educativa disruptiva y emocionalmente difícil. La Conselleria insiste en que se trata de una medida excepcional y urgente, y que se está trabajando para normalizar la situación lo antes posible en toda la Comunidad Valenciana.

La DANA no solo arrasó infraestructuras, sino que también puso a prueba la resiliencia del sistema educativo valenciano. La comunidad educativa confía en que las promesas de reconstrucción se materialicen pronto y que los 3.000 alumnos en aulas prefabricadas puedan regresar a sus aulas definitivas en condiciones óptimas de seguridad y calidad educativa.