La actriz madrileña, cuatro veces nominada a los Goya y ganadora por ‘Tótem Loba’, deja una huella permanente en la cinematografía española
La actriz y directora Verónica Echegui ha fallecido este domingo 24 de agosto en Madrid a los 42 años de edad a causa de un cáncer. La Unión de Actores y Actrices confirmó la triste noticia a través de sus redes sociales alrededor del mediodía, provocando una ola de condolencias en el mundo de la cultura española. La capilla ardiente se ha instalado en el Tanatorio de La Paz de la capital madrileña, donde compañeros, amigos y admiradores podrán despedir a la artista.
Trayectoria brillante y reconocimiento crítico
Verónica Echegui, nombre artístico de Verónica Fernández de Echegaray, nació en Madrid el 16 de junio de 1983 y se consolidó como una de las actrices más relevantes de su generación cinematográfica. Su breakthrough cinematográfico llegó con Yo soy la Juani (2006), dirigida por el maestro Bigas Luna, película que le valió una nominación al Goya a Mejor Actriz Revelación y que marcó el inicio de una carrera llena de personajes memorables y actuaciones intensas.
A lo largo de su trayectoria, Verónica Echegui recibió cuatro nominaciones a los Goya, evidenciando su versatilidad actoral y dedicación al arte dramático. Recibió candidaturas como Mejor Interpretación Femenina Protagonista por El patio de mi cárcel (2008) y Katmandú, un espejo en el cielo (2011), además de una nominación como Mejor Interpretación Femenina de Reparto por Explota Explota (2020). Curiosamente, su único Goya lo consiguió en la categoría de Mejor Cortometraje por Tótem Loba (2021), obra que escribió y dirigió basándose en una experiencia personal vivida a los 17 años.
Filmografía extensa y internacional
La carrera de Verónica Echegui trascendió las fronteras del cine español, participando en producciones internacionales como Bunny and the Bull (2009) de Paul King y The Cold Light of Day (2012), donde compartió reparto con figuras de Hollywood como Henry Cavill, Sigourney Weaver y Bruce Willis. Su capacidad para moverse entre géneros y registros le permitió trabajar con algunos de los directores más importantes del cine español contemporáneo.
Entre sus películas más destacadas se encuentran La gran familia española (2013) de Daniel Sánchez Arévalo, No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas (2016) de María Ripoll, y La niebla y la doncella (2017) de Andrés Koppel. Su papel final en cine fue en «Yo no soy esa» (2024), dirigida por María Ripoll, interpretando a una mujer que despierta tras dos décadas en coma.

Reconocimientos y premios
Además de sus cuatro nominaciones a los Goya y su victoria con Tótem Loba, Verónica Echegui recibió el Premio Gaudí a la Mejor Actriz de Reparto por La ofrenda (2020). Su trabajo en teatro también mereció elogios de la crítica, especialmente su interpretación en Infierno (2005), adaptación de la obra de Dante Alighieri dirigida por Tomaž Pandur en el Teatro María Guerrero de Madrid.
Legado artístico y proyectos finales
En el momento de su fallecimiento, Verónica Echegui se encontraba promocionando «A muerte» (2025), serie cómica de Dani de la Orden donde demostraba su versatilidad interpretando a Marta. Simultáneamente, trabajaba en Justicia artificial (2024) de Simón Casal, drama donde encarnaba a una jueza que se enfrenta a los desafíos éticos de la inteligencia artificial en el sistema judicial.
Su faceta como directora demostró una sensibilidad especial para tratar temas sociales complejos. Tótem Loba, su cortometraje ganador del Goya, constituye un poderoso alegato contra la violencia de género que trasciende el ámbito cinematográfico para convertirse en una herramienta de concienciación social.
Reacciones del mundo cultural
El fallecimiento de Verónica Echegui ha causado conmoción en el ámbito cultural español. Numerosos compañeros de profesión, directores con los que trabajó y admiradores han expresado su dolor a través de redes sociales, destacando no solo su talento actoral sino también su calidad humana y su compromiso con el cine español. La Unión de Actores y Actrices emitió un comunicado expresando su «profundo dolor» por la pérdida de «una compañera excepcional y una artista comprometida».
Impacto en el cine español contemporáneo
Verónica Echegui encarnó una nueva generación de actrices que transformaron el cine español mediante interpretaciones intensas y personajes complejos. Su trabajo en películas como El patio de mi cárcel, donde interpretaba a una reclusa, o Katmandú, un espejo en el cielo, como una cooperante en Nepal, demostraba un compromiso con la transformación física y emocional que few actrices de su generación podían igualar.
Último adiós a una artista completa
El Tanatorio de La Paz en Madrid acoge desde primera hora de la tarde la capilla ardiente donde se está produciendo el último adiós a Verónica Echegui. Se espera que numerosas personalidades del mundo del cine, el teatro y la televisión acudan a presentar sus respetos a una artista que, pese a su juventud, deja una filmografía extensa y un legado artístico que perdurará en la memoria del cine español.
Su capacidad para conectar con el público a través de personajes auténticos y su dedicación a su craft convierten su pérdida en especialmente dolorosa para la cultura española. El legado de Verónica Echegui perdurará tanto por sus interpretaciones como por su audacia en proyectos valientes y su dedicación a un cine que explora la esencia humana.